Mientras miras
el futuro en el espejo a la luz intermitente de una ventana lateral, se debe
estar nublando pensas confirmando de una mirada que cada tanto pasa una nube
refrescante del mundo pero que no vuela partituras, liberas los sonidos
entonces que llenan el aire de caricias al corazón que a veces casi parecen
humanas. Y por tiempo indeterminado dejas descansar de miradas al futuro de
turno disfrazado a veces de cepillo de dientes o de peine y solo a veces
entendés que esas son sus mejores caras…
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