jueves, 3 de abril de 2014

Adivinanza

Que gritan los zapos, un misterio indescifrable nunca pude aprender el idioma. Y hasta que los gritos de mis pies se volvieron desaforados no lo vi, un enorme sembradío de muletas y pasos distraídos que se creen rotos aunque pueden correr a la perfección. Corré! y corro porque esos brotes pican más que las hormigas coloradas. Un poco más allá una voz de viento informativo indica que por esos rumbos se necesitan canciones por lo menos una, es un requisito para que bailen por ahí los pies cansados, que ya van paseando una melodía.

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