Mi cabello
es más nido de águilas que de amor; hora
de terminar con el peluquero y pedirle un tiempo al peine. Karate kid de
guardapolvo prefiere patear mis tobillos a cantar mis canciones; hora de correr. Los espejos miran a alguien detrás de mí;
hora de mi mundo aparte de sonidos a rayas que con un poco más de práctica sabrá
abrazar, cebar mate y abrir alguna puerta
en lo posible en primavera
No hay comentarios:
Publicar un comentario