Debía ser la
última vez porque superado el metro de altura las aventuras se vuelven marrón
de otoño escuchó una vez más, y aun así, una foto furtiva la delató escapando
con la última flor con verdes, justo, cuando enamorados deshojadores suspiraban
recuerdos y una vaca de ojos apagados creyó verla en la vereda y casi se
atraganta con un clarinete crecido de este lado del Olimpo y salvado a tiempo
por los pájaros, que por suerte, jamás se
perderían una fiesta o un rescate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario